FWCC EMES logo
Find a Meeting 

Siendo fieles testigos: sirviendo a Dios en un mundo que cambia

Contents

7. Verdades inmutables

Phyllis Short Junta Anual de Aotearoa/Nueva Zelandia

Aotearoa es el nombre dado por el pueblo maorí a Nueva Zelandia. La palabra significa ‘el mundo (o tierra) de la nube larga y blanca’. Este nombre se usa comúnmente hoy día.

Aquí en Aotearoa/Nueva Zelandia nosotros somos los miembros más sureños de la familia mundial de los Amigos. Aquí el sol gira por el norte, y tenemos el verano mientras que la mitad norteña del mundo está en invierno. Pero aquí también, en este ‘rincón más lejano del mundo’, el Espíritu está presente dentro del ‘primer pueblo’, los maorí, los de orígen europeo y los inmigrantes más recientes de muchas razas.

Cuando reconocemos al Espíritu o la Luz interior, estamos listos para recibir el poder de vivir como testigos fieles. Los Amigos de todas partes del mundo estamos unidos por este conocimiento y abrazamos a todos los pueblos.

Durante toda mi vida he valorado la herencia sin precio de nuestras raíces Cristianas y Cuáqueras: desde Jesús, cuya vida y enseñanzas nos guían y cuya Luz resplandece brillantemente todavía después de 2000 años; y desde las percepciones de Jorge Fox, quien aprendió por su experiencia personal que Cristo es nuestro maestro interior y que el Espíritu, o Dios, reside dentro de cada ser humano. Desde esas verdades, y la experiencia de los Amigos durante los siglos, han surgido nuestros testimonios Cuáqueros de igualdad, paz, honestidad y sencillez. Me siento inspirada por las vidas de hombres y mujeres que han sido fieles a estas verdades.

En Aotearoa/Nueva Zelandia Te Whiti, un ‘profeta’ maorí, puso en práctica los principios Cristianos que había aprendido. A fines del siglo 19, encabezó a su pueblo en acciones reverentes y pacíficas en un esfuerzo de salvar su tierra y su aldea de los colonos británicos. Oraron, cantaron himnos, siguieron arando sus campos delante de las tropas, y los niños llevaron flores para darlas a los soldados.

Cuando estuve trabajando para los Cuáqueros en la India, el conocer a Gandhi en su ashram fue una experiencia significativa en el camino de mi vida. Este hombre extraordinario, un Hindú fuertemente influenciado por sus amigos Cristianos, incluyendo Cuáqueros, me hizo vislumbrar cómo Jesús hubiera podido ser. Lo percibí en el amor tremendo de Gandhi por los pobres, y su capacidad de responder directamente a las necesidades de los que le buscaban y de ‘decir la verdad a los poderosos’. Esas cualidades, además de su costumbre de retirarse de vez en cuando para orar y ayunar mientras buscaba guianza sobre qué camino a seguir, me impresionaron profundamente.

Mi espíritu se regocija ante semejantes personas que en su día y sus circunstancias actuaron bajo guianza para manifestar amor y trabajar por la justicia y la verdad. Sé que, en nuestras circunstancias cambiadas y cambiantes, tengo que buscar en oración y adoración adonde nos lleva hoy día el Espíritu, juntándome con otros Amigos para aprender cómo podemos vivir, tanto individual como colectivamente, las verdades inmutables que nos han sido dadas.

Preguntas:

- ¿Cuáles son las verdades inmutables de tu experiencia espiritual? ¿Cómo tratas de comunicarlas a otras personas?

- ¿Dónde encuentras personas que te inspiran?